Odio mi mano izquierda. Odio mirarla. Odio cuando tartamudea y tiembla y me recuerda que mi identidad se ha ido. Pero la miro de todas maneras; porque eso también me recuerda que voy a encontrar al chico que me mato, y cuando lo mate, lo hare con mi mano izquierda.
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Enviada por Andrés hace 9 años