Allí, estática como una columna, miraba sin pestañear cómo se marchaba mi madre dando un portazo. Me dejó con las palabras en la boca. Su agresividad era inmensa y yo fui, una vez más, su objeto preferido para descargarla. Pero nunca más dejaría que me maltratara de esa manera.
0
Enviada por David hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de María José Moreno.