Lo que se envidia de alguien es la imagen que ofrece de sí mismo merced a la posesión del bien que ha obtenido o de que ha sido dotado. Y por eso, aun si el envidiado ha dejado de existir, su imagen, sin embargo, persiste, y, por tanto, no se le ha de dejar en paz, porque sigue estando vigente en el envidioso.
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Enviada por Filiberto hace 9 años
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