Lo que me concierne sólo a mí, lo medito solo; lo que concierne a mis buenos amigos, se lo digo; lo que puede preocupar sólo a un reducido público, lo escribo, y lo que debe saber el mundo, se imprime. (…) Si fuera posible hablar con el mundo de alguna otra manera que hiciera más realizable la retractación, habría que preferirla a la imprenta.
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Enviada por Yolanda hace 9 años
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