Quería una mujer de verdad, una mujer para él, que pudiese tocar cuando le pareciese. No putas, por favor, nada de putas a las que habría que pagar en cada ocasión por un poco de amor, como un excluido, como un don nadie. No putas, por Dios, esa humillación no.
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Enviada por Rebeca hace 9 años
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