Benigno se reía sin duda de buena gana, pero al mismo tiempo le recorría el espinazo cierto escalofrío, ¿Cuántos dirigentes comunistas del interior habían sido expulsados, calumniados y hasta asesinados por intentar, precisamente, crear un centro autónomo de dirección clandestina?
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Enviada por Alba hace 9 años
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