Nadie se ha quejado de un cerebro gordo. Nadie ha acusado su cerebro de ser demasiado bajito o demasiado alto, demasiado ancho o demasiado angosto. O feo. Un cerebro funciona o no lo hace. Y el mío funcionaba perfectamente.
+1
Enviada por Penelope hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Lissa Price.