La erudición y la cultura se adquieren, vienen de afuera, pero la sabiduría hay que desarrollada y actualizada dentro de uno mismo. Es una lámpara para iluminar la senda de la vida. La sabiduría aporta equilibrio y armonía; nos permite saber cuándo injerir en el curso de los acontecimientos o cuándo abstenernos de hacerlo; procura confianza en uno mismo pero desde la humildad y no desde la arrogancia; nos previene para que no nos precipitemos en la exaltación desmedida o el insuperable abatimiento (estabilizando el ánimo)
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Enviada por Ingrid hace 8 años
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