El silencio de unas personas resulta hostil, inquietante, agresivo e intranquilizador. El silencio de otras es como un bálsamo, sosiega, inspira y reconforta. Depende del grado de evolución de cada persona y del estado de su mente. La inquietud se transmite; la serenidad se transmite.
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Enviada por Ingrid hace 8 años
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