Imagínate que tu madre está loca, incapaz de mantenerse serena. Está ciega, no tiene lazarillo y tropieza a cada paso mientras se acerca a un pavoroso precipicio. Si ella no puede esperar ayuda de su hijo, ¿en quién podría confiar? Si su hijo no asume la responsabilidad de librarla de su terror, ¿quien la asumiría? Su hijo debe liberarla.
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Enviada por Olga hace 9 años
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