El fuego del amor que prende antes de casarse se apaga en la barrica del matrimonio y después sólo queda un solar triste y vacío. El amor que sigue al matrimonio también se acaba, por supuesto, pero su lugar lo ocupa la felicidad.
0

Enviada por Esther hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Orhan Pamuk.