- Cada mañana, los bienaventurados salían al campo y combatían. Al anochecer, todas las heridas se curaban, los miembros cercenados volvían a su lugar y quienes habían sido muertos, resucitaban. Y así día tras día, perpetuamente.
¿Usted sabe lo que es morir todos los días?
- Sí.
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Enviada hace 9 años
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