Apenas se internaron bajo las primeras hayas, una fragancia de flores vino a saludarles. Araínda se sintió contento de pronto, como siempre le ocurría cuando entraba en aquel bosque, aunque no sólo le sucedía al mago, todo el que pisaba los senderos de Valaica se sentía reconfortado en su tristeza y aliviado de cualquier dolor.
0
Enviada por David hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Esther Aparicio.