Radiel no apartaba su mirada, estaba disfrutando con el sufrimiento, notaba golpes sin fuerza en su armadura, el Terrario le daba puñetazos, pero él seguía aplastando la cabeza, pronto sonó un gran crujido y los huesos cortaron la fina piel de la cara, dejando ver una blancura perfecta rodeada de sangre y color rojo músculo.
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Enviada por David hace 8 años
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