Recuerdo: me despierto y la mujer desconocida duerme junto a mí. Pero digamos que ya no es una mujer desconocida. Su nombre es lo primero que me viene a la memoria. Bequi. Me llamo Rebeca, pero prefiero Bequi. No conseguía concretar en qué momento de la noche me lo dijo, pero susurraba su nombre, mientras adivinaba los volúmenes de su cuerpo bajo las sábanas. Saber su nombre y pronunciarlo era como si ya la conociera. Pero no lograba acordarme de qué había sucedido.
0
Enviada por David hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Damián H. Estévez.