«No tienes idea de lo mucho que los últimos días han significado para mí», comencé. «Encontrarte ha sido lo mejor que me ha pasado». Dudé, sabía que si paraba ahora, nunca sería capaz decir a nadie. «te amo», le susurré. «¿Alguna vez imaginaste algo así?», ella preguntó en voz alta. «Tú y yo, quieres decir? No». Le dije. «Me asusta un poco». Mi estómago estaba revuelto, estaba seguro de que ella no se sentía de la misma manera. «Tu no tiene que decirme lo mismo, comencé. «No te lo he dicho por eso.... «Lo sé», interrumpió ella. «Tu no lo entiendes. Yo no estaba asustada por lo has dicho. Me asusté porque quería decirlo, también: Te quiero, John».