Todo el mundo quiere a Frank, el vendedor de carnada. Lo quieren los asiduos, porque siempre sabe qué peces andan por ahí y qué se está pescando y jamás te venderá un cebo si sabe que no sirve. Los pescadores ocasionales lo quieren por el mismo motivo y porque, si un sábado van con su hijo, saben que Frank va a despertar su interés y le va a encontrar un lugarcito donde seguro que pesca algo, aunque tenga que desplazar un ralo a algún asiduo para conseguirlo. Lo quieren los turistas, porque siempre los recibe con una sonrisa y una frase divertida y un cumplido para las mujeres, un leve coqueteo, aunque sin llegar nunca a tirarles los tejos.
0
Enviada por David hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Don Winslow.