Así, en algunos días imaginativos, mi cerebro es como los cristales de un ventanal, por los cuales viera bellezas fantásticas, formas maravillosas y los más ricos colores. Otros días, veo sólo a través de unos cristales empañados y grises, y todo es un hacinamiento de inmundicia, llamado Vida.
Si pudiéramos penetrar en nosotros mismos y extraer los pensamientos como el buzo extrae las perlas … ¡Preciosas perlas de las ostras cerradas del silencio, en las profundidades de nuestra subconciencia!
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Enviada por Ingrid hace 8 años
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