Tuyo es cuanto hay en la selva –dijo Bagheera- y puedas matar todo lo que tus fuerzas te permitan; pero, por la memoria del toro que sirvió para comprar tu vida, no has de poner mano nunca en res alguna, ni aún para comerla, sea joven o vieja. Esto es lo que prescribe la ley de la Selva.
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Enviada por Ingrid hace 8 años
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