Las personas sanas, he llegado a la conclusión, incluido yo mismo, no entienden cómo cambia todo una vez que has sido diagnosticado con una enfermedad mortal. Cómo te aferras a la esperanza, por más que falsa, por más que ligera, y cuan reacios son la mayoría de los médicos de privar a los pacientes de ese debill haz de luz en medio de tanta oscuridad. De hecho, muchas personas desarrollan lo que los psiquiatras llaman 'disociación' y un médico puede encontrarse a sí mismo hablando con dos personas —que saben que se están muriendo y aún así esperar que van a vivir. Había notado el mismo fenómeno con mi madre durante los últimos días de su vida.