Tu misión es encontrar al perrito y devolverlo sano y salvo a su dueña. Si lo haces antes del anochecer, te darán de merendar y contarás con la gratitud efímero y seguramente rácana, pero nunca desdeñable, de gente influyente. De lo contrario, te moleremos a palos antes de devolverte al loquero. Tú verás.
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Enviada por Rebeca hace 8 años
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