La experiencia común, en los siglos precedentes, era la sorpresa de un extranjero en la ciudad: un rostro desconocido. ¿De dónde viene, qué viene a hacer aquí? Pero hoy en día el anonimato es la norma. Lo sorprendente es reconocer a alguien.
0
Enviada por Tomás hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Frédéric Gros.