Nuestro ego es como un guardián permanente que vigila el mundo para ver si los estímulos externos lo favorecen o maltratan. Apenas ve la más mínima posibilidad de que salga maltratado, corre y presiona los botones mentales y nos hace explotar.
+3
Enviada por David hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de David Fischman.