Con la preocupación no nos golpeamos la cabeza físicamente, pero sí mentalmente…..La preocupación es una emoción que nos alerta de un posible peligro o dificultad. Cuando suena la alarma de nuestro auto corremos para ver qué sucede, y cuando constatamos que no pasó nada, la apagamos. No se nos ocurre manejar con la alarma encendida por toda la ciudad. Sin embargo, cuando suena la alarma mental de la preocupación y nos alerta sobre un problema, generalmente la dejamos prendida, lo que desgasta nuestras baterías. Cuando vivimos preocupados no solo se reduce nuestra capacidad de pensamiento, sino que además dañamos nuestro cuerpo.
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Enviada por David hace 8 años
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