La conversación de Charles era insulsa como una acera de calle (...) ¿Acaso un hombre no debía conocerlo todo, destacar en actividades múltiples, iniciar a la mujer en las energías de la pasión, en los refinamientos de la vida, en todos los misterios? Pero este no enseñaba nada, no sabía nada, no deseaba nada.
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Enviada por Olga hace 8 años
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