La fe, la seguridad y la confianza crecen cuando usted comprueba que sus objetivos se cumplen. Si fija sus intenciones cada mañana, descubrirá que la vida es una sucesión de pequeños milagros y que, en ocasiones, esos milagros son más grandes. Los acontecimientos se organizan solos de una manera en que usted no hubiera podido organizarlos. Las personas cambian su actitud hacia usted de la noche a la mañana.