El tono de Luisa era un tono de broma, ligero, zumbón, como se emplea a menudo con la gente vieja cuando se la quiere alegrar y dar ánimos, un tono de guasa amable que el propio Ranz practicaba, con otros y consigo mismo, tal vez para darse ánimos.
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Enviada por Remedios hace 9 años
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