Las casas están amontonadas junto a las iglesias, que parecen majestuosas gallinas acuclilladas, con las plumas en desorden, mientras sus polluelos se apretujan contra ellas en busca de calor. Siempre hace mucho frío en Ronda. La primera vez que la vi fue una mañana, muy temprano: sobre la ciudad, una tenue neblina gris resplandecía al sol, y las montañas, opalescentes a la luz del amanecer, veíanse tan luminosas que apenas se hubiese creído que eran macizas; parecía como si se pudiera caminar a través de ellas.
0
Enviada por Tomás hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de William Somerset Maugham.