También es importante saber cómo nosotros, como individuos, experimentamos la herida. Todo el mundo tiene sus propias señales. Algunos sienten dolor de estómago. Otros tienen dolor en el pecho. Es posible sufrir una reacción física de cualquier sentimiento. La tentación y la ansiedad se viven en general como músculos que se ponen tensos en la región del cuello, así como en otras regiones del cuerpo. El enojo provoca a menudo dolores de cabeza. La culpa y la depresión afectan la parte inferior de la espalda. Por ello, cuando analicemos cualquier situación en nuestra vida y abriguemos ciertos sentimientos frente a ella, analicemos asimismo nuestras reacciones físicas. Ello nos permitirá familiarizarnos con ellas y comprender el significado de nuestros propios síntomas físicos.
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Enviada por Bibiana hace 9 años
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