Los dos se amaron frenéticamente, con una pasión de tigres. Y se pelearon también: al principio, de un modo bastante divertido, cuando las querellas podían ser compensadas por efusiones de sensualidad tan violentas como las furias que mitigaban.
0

Enviada por Olga hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Aldous Huxley.