Tanto tiempo para soñar, planear tu vida, tantas aspiraciones y deseos para acabar cediendo, como la mayoría, a los sueños, planes, aspiraciones y deseos de otros que tuvieron más suerte, y resignándote a las migajas, a las sobras del gran festín al que no fuiste invitado o al primer plato de un banquete al que jamás te interesó asistir.
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Enviada por erdigan hace 8 años
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