En esto nos parecemos a los humanoides, que de cachorros pasan una temporada sin pegar un palo al agua, luego van a la escuela, más tarde al instituto, después a la universidad y, de adultos, a currar como Dios manda. La vida de un perro guía es muy parecida, y la única diferencia es que nosotros el trabajo lo tenemos asegurado. Rara especie la de estos locos seres de dos patas que son capaces de asegurarnos a nosotros el trabajo y ni siquiera se lo aseguran para ellos.
0
Enviada hace 7 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Emilio Ortiz.