Vigilia... y luego sueño. Un velo cuelga entre los dos opuestos, una mera tela transparente que nos advierte o nos conforta. Ahora odias, pero miras a través de ese velo y ves la posibilidad de amar; ahora estás triste, pero miras al otro lado y ves felicidad. De la calma absoluta al desorden total; sucede muy aprisa, en un abrir y cerrar de ojos.
+11
![No es para tanto](/images/malo.png)
Enviada por cindy hace 6 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Cecelia Ahern.