Pudo ver cómo el nudoso bulto de su nuez subía hasta arriba y luego volvía a bajar. Algo le hizo tragar, pero ¿por qué tenía que hacerlo en ese preciso momento cuando ni siquiera tenía la taza cerca de los labios? (…) Era como una estatua que hablara…
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Enviada por Victoria hace 9 años
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