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La soledad de los números primosFrase del libro La soledad de los números primos de Paolo Giordano
Alice salió fuera a esperar la llegada de la novia. El sol alto le calentaba las manos y parecía traspasarlas con sus rayos. De pequeña se las miraba al trasluz y se veía los dedos cerrados ribeteados de rojo; una vez se los enseñó así a su padre y él se los besuqueó simulando que se los comía.
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Enviada hace 9 años
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