Una novela, un cuento, un poema… son el rastro petrificado de algo que estuvo vivo durante tiempo en un cerebro: minúsculas porciones de sangre y linfa cargadas con intenciones, pasiones, dudas y deseos que acaban por cuajar en signos. Son algo parecido a un yacimiento rico en fósiles; sin la imaginación de la lectora, del lector, es imposible reconstruir la vida de aquel paisaje.
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Enviada por Cosme hace 9 años
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