El que hace sufrir y luego sabe aliviar o atenuar el dolor y el temor llega a ser imprescindible para el otro. Actúa como el padre que castiga a su hijo y luego le consuela cuando llora. Aunque el castigo sea injusto, el niño lo acepta.
0

Enviada por Lucía hace 10 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Carmen Posadas.