Alarga una mano hacia mi cara, acaricia mi mejilla lentamente con el pulgar. Me toca con tanta dulzura que me asusto. Nadie me ha tocado así nunca, ni me ha mirado como él me mira ahora, con una mirada tan profunda. Me entran ganas de esconderme de él y de besarle al mismo tiempo.
0

Enviada hace 10 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Jandy Nelson.