Va echando grasa, poco a poco. No obstante, resulta aterrador. No se opone, pero el proceso ha de ser lento. Si el cuerpo va más aprisa que la cabeza, la cabeza se niega, se defiende, ordena al cuerpo que pare. Le ordena que se amotine. Durante unos días el peso se estanca.
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Enviada por Gabriela hace 9 años
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