Estaba seguro de que a pesar de todos los avances de la ciencia, a pesar de los cañones y los aviones, un homínido prehistórico que se hubiera visto envuelto en una refriega a muerte entre sus congéneres habría sentido lo mismo que él en ese momento. Y ciertamente no le gustó. Las hachas de sílex habían evolucionado hasta las máquinas voladoras, pero los sentimientos seguían siendo igual de primitivos. Rabia, odio y miedo era lo que había sentido. Miedo.
0
Enviada hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Jesús Díez de Palma.