Qué extraño ver por fin a la mujer después de un mes esperándola, pensó Margrét. Un mes lleno de temor, además. Un temor tenso, como el hilo de una caña de pescar, enganchado a algo que inevitablemente hay que arrancar de las profundidades.
0

Enviada por Josep hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Hannah Kent.