Levanto las rodillas y las rodeo con los brazos. Quiero hacerme lo más pequeña posible. Quizá este disparatado dolor sea menos cuando más pequeña me haga. Apoyo la cabeza en las rodillas y dejo que las irracionales lágrimas fluyan sin freno, estoy llorando la pérdida de algo que nunca he tenido. Qué ridículo lamentando la pérdida de algo que nunca ha existido.... mis esperanzas frustradas, mis sueños irrealizados y mis deseos destrozados
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Enviada hace 9 años
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