Supongo que los abandonos son así. Primero, deja de importarte lo que el otro piensa, sus discursos y argumentos te empiezan a sonar rancios; luego, te desinteresas de lo que hace, de lo que siente, y sin darte cuenta, paf, partes. No importa que sigas ahí, compartiendo el café por la mañana. Ya has partido y lo que queda de ti apenas es una cáscara.
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Enviada por Francis hace 9 años
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