-¿Sabes cuál es tu problema, Gracie?
Gracie miró al techo, rogando a los cielos un poco de ayuda. Por desgracia, no llegó ninguna.
-¿Cuál? ¿Que no me trastorna la luz de la luna y q
Un no arrojó mi gordo y pecoso cuerpo sobre cualquier hombre qué conozco?
-Que no tienes ni idea de lo encantadora que eres en realidad.
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Enviada hace 9 años
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