Preocupado excesivamente por los problemas que le ofrecía su propio yo, se había conformado con la idea general que todos nos hacemos de la superficie de la tierra sin apartarnos gran cosa de nuestro círculo, y ni siquiera había intentado nunca salir de Europa. Además, desde que su vida había iniciado el descenso lento… desde que su preocupación creadora había dejado de ser preocupación caprichosa de un instante, su vida exterior se había limitado casi exclusivamente a deslizarse dentro de la hermosa ciudad en que fijara su residencia. Lo que buscaba era un mundo exótico, que no tuviera relación alguna con el ambiente habitual, pero que no estuviese muy alejado
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Enviada por Bernard hace 9 años
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