Soplaba viento cálido, de tormenta. Llovía rara vez y en escasa cantidad, pero el aire era húmedo, pesado y lleno de olores putrefactos. El viento silbaba, azotaba, rugía. Aschenbach, febril, bajo su pintura, llegaba a creer que andaban por el espacio espíritus maléficos del viento
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Enviada por Bernard hace 9 años
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