Afán impetuoso de huida -¿por qué no confesárselo?- era esa apariencia de lejanía y cosas nuevas, ese deseo de liberación, descarga y olvido, ese impulso a alejarse de la obra, del escenario cotidiano de una entrega inflexible, apasionada y fría…
+1
Enviada por Vero hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Thomas Mann.