.. no pasa un día sin algún instante o instantes de placer físico, y sin embargo los dolores son sin duda más persistentes y obstinados, y en uno u otro momento han asaltado casi todas las partes de tu cuerpo. Ojos y oídos, cabeza y cuello, hombros y espalda, brazos y piernas, garganta y estómago, tobillos y pies, por no mencionar el enorme forúnculo que una vez te brotó en el carrillo izquierdo del culo, llamado lobanillo por el médico, lo que a tus oídos sonaba a dolencia medieval, y que durante una semana te impidió sentarte en una silla.
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Enviada por Nidia hace 9 años
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