Era un placer nuevo e intenso. Alguna vez se habían de imponer los pobres y quedar los ricos debajo. Y el duro pan parecía más sabroso, el vino mejor, el trabajo menos pesado, imaginándose las rabietas de los dos avaros, que con todo su dinero habíade sufrir que los rústicos de la huerta se burlasen de ellos.
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Enviada por Yaiza hace 9 años
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