Ayer te aconsejé que no me escribieras todos los días, hoy sigo pensando o mismo; sería muy conveniente para ambos, y vuelo a aconsejártelo una vez más, con mayor insistencia todavía; pero por favor, Milena, no me hagas caso y escríbeme todos los días, aunque sea una carta muy breve.
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Enviada por Arnau hace 9 años
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